Hace poco te presentamos el Mural del Beso como uno de los lugares secretos de Barcelona. Siguiendo con la misma misma línea, en este post os queremos descubrir los refugios antiaéreos que se esconden en la ciudad condal.

Al igual que el mural del artista Joan Fontcuberta, los refugios de Barcelona pasan realmente desapercibidos por los propios habitantes de la ciudad como por todos los turistas que vienen de visita.

A pesar del desconocimiento que levantan, sus estrechos pasillos no dejan de sorprender a todo visitante. Son, sin duda alguna, uno de los puntos más mágicos de toda Barcelona.

Antiguamente se podía acceder a ellos mediante entradas repartidas por algunas calles y bloques de pisos. Uno de los edificios que estaban conectados es ni más ni menos que La Pedrera. Sorprendente, ¿verdad? A nosotros nos encanta.

Podemos encontrar dos refugios que a día de hoy representan lugares de interés histórico para muchos. ¡Comencemos!

· Refugio 307

Empezamos con la joya de la corona, el Refugio 307. De los dos, este es el que mejores crítica ha registrado hasta la fecha.

Prepárate para recorrer 400 metros de estrechos túneles, espacio preparado para dar cabida a 2.000 personas. Allí podrás encontrar espacios tan insólitos como una farmacia o unos lavabos. De toda la ciudad, el barrio del Poble Sec fue el que más sufrió con diferencia.